Piccata de Pollo al Limón

Piccata de pollo al limón

Ingredientes

3 mitades grandes de pechuga de pollo sin piel sin hueso - cortadas en medallones de 1/2 pulgada
sal y pimienta al gusto
1/2 taza de harina para todo uso
2 cucharadas de aceite vegetal, o según sea necesario
1 diente de ajo,
1 taza de caldo de pollo bajo en sodio
1 / 2 limón, en rodajas finas
 1/4 taza de jugo de limón fresco
2 cucharadas de alcaparras, escurridas y enjuagadas (opcional)
3 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de perejil italiano (hoja plana) picado

Precaliente el horno a 200 grados F (95 grados C). Coloque un plato de servir en el horno para calentarlo.
Sazone las pechugas de pollo con sal y pimienta y póngalas en harina. Sacuda el exceso de harina. Caliente el aceite vegetal en una sartén; freír las piezas de pollo hasta dorarlas por ambos lados, aproximadamente 3 minutos por lado. Trabaje en lotes y no agolpe la sartén, agregue aceite según sea necesario. Coloque las piezas de pollo en el plato calentado en el horno. Cuando termines con todo el pollo, drena la mayor parte del aceite de la sartén, dejando una fina capa sobre la superficie de la sartén.
Seca el pollo sobre papel absorbente

Cocine y revuelva el ajo picado en la sartén hasta que esté fragante, aproximadamente 20 segundos. Vierta el caldo de pollo. Raspe y disuelva cualquier trozo marrón del fondo de la sartén. Agregue las rodajas de limón y hierva la mezcla. Deje que se cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa se reduzca a aproximadamente 2/3 taza, de 5 a 8 minutos. Agregue el jugo de limón y las alcaparras; cocine a fuego lento hasta que la salsa se reduzca y se espese un poco, aproximadamente 5 minutos más. Ponga la mantequilla en la sartén y agítela en la salsa inclinando la sartén hasta que la mantequilla se derrita y se incorpore. Agrega el perejil; Retirar del fuego y dejar de lado.
Coloque los medallones de pollo en los platos y la salsa  sobre cada porción para servir.

Truco: Salteado y sofrito: Usar pequeñas cantidades de agua, zumo de limón o caldo, añadiendo sólo una pequeña cantidad (1 o 2 cucharadas soperas). Repite esto cada vez que se necesite cocinar y dorar la comida sin que llegue a humear. Se ha de remover periódicamente con una cuchara de palo para evitar que se queme.

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